Los propierarios son muy atentos, el pueblo muy tranquilo.

Hemos encontrado muchas deficiencias ya que el edificio és antiguo y no se realiza un buen mantenimiento del mismo, como describo a continuación. - El wifi no funciona, y hoy en día es un requisito indispensable. En la publicidad se decía que había wifi. - La distribución tanto de interruptores cómo de enchufes responde a usos de otra época, no a los actuales. - La distribución de la cocina también responde a un uso de otras épocas y no al destinado en la actualidad. Éranos 12 y en la cocina sólo cabían 2 ó 3 personas. Además los electrodomésticos estaban repartidos entre la cocina y la sala. - Los utensilios de cocina algunos estaban sucios y otros en mal estado, los cuchillos no cortaban, ni los grandes ni los pequeños. - No tenían previsto un sistema discriminado de recogida de basura. - El supuesto jardín con barbacoa era una quimera. El jardín era un cúmulo de hierbajos de unos 50 cm de altura, la barbacoa estaba bastante roñosa y la mesa para comer fuera era la típica que venden en cualquier supermercado pero sucia o desgastada de tiempo atrás, además de pequeña. - Las habitaciones muy pequeñas, en las que era dificultoso pasar a los lados de las camas y con pocos lugares en los que conectar los aparatos electrónicos (un solo enchufe en toda la habitación) - Los colchones estaban muy desgastados y los que eran de muelles éstos se notaban perfectamente. - Las almohadas demasiado finas - El cuarto de baño no disponía de repisa donde poder dejar la bolsa de aseo, ni de colgadores dónde colgar la toalla - El suelo de nuchas de las duchas resbalaba, con el consiguiente riesgo de caída.

Bien todo en general

El tener cada habitación su baño resulta muy cómodo cuando es un grupo muy numeroso. Las zonas comunes muy amplias con un hogar que nosotros lo valoramos mucho. El dueño muy amable y servicial.